Ciudades habitables

Programa para San Andrés del Rabanedo

La planificación urbanística es la base sobre la que la ciudad en su conjunto, debe desarrollarse de forma equilibrada y sostenible. La política urbanística abarca mucho más que “la planificación del ladrillo”. Entendemos que el urbanismo debe abordar los problemas sociales, ambientales y económicos que existen en la ciudad, y darles una solución. Es fundamental por ello que los ciudadanos y las ciudadanas participen activamente en su elaboración de manera que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de respuesta a sus verdaderas necesidades e impida que elementos tan básicos como el suelo o la vivienda se conviertan en objeto de especulación económica en lugar de cumplir los fines que nuestra Constitución establece. Es fundamental para lograr estos objetivos, anteponer los derechos de la población (derechos a una vivienda digna y asequible, a trabajar en el lugar en el que se ha nacido, a tener una educación y asistencia sanitaria adecuada, a tener espacios de ocio y encuentro,…) a los intereses de los propietarios de suelo y/o agentes económicos.

UN MUNICIPIO A MEDIDA HUMANA

Adecuada ordenación urbana: Plan General de Ordenación que evite la especulación urbanística y el “negocio del ladrillo”. El Plan General de Urbanismo se basará en el análisis de las necesidades reales y no en las de los promotores y, sobre todo, se llevará a cabo con la participación de los ciudadanos y las ciudadanas, tanto a escala de sus colectivos como de las personas individuales, en su diseño y ejecución.
La elaboración de un PGOU debe ser un proceso de participación que favorezca la reflexión profunda sobre el tipo de ciudad a la que se aspira y la intervención de toda la ciudadanía. Para ello se debe garantizar igualmente un proceso de difusión e información suficiente, así como poner en marcha campañas y acciones encaminadas a educar en la participación y especialmente en la participación urbanística. También es necesario un seguimiento y control ciudadano del desarrollo del PGOU a través de órganos de participación, que garantice la coherencia del mismo y su cumplimiento.

Un municipio para los niños y las niñas que se conciba como una ciudad educadora que ayude y apoye el papel educador de las familias y las escuelas de este ayuntamiento. Es una apuesta por la educación como instrumento para conseguir una ciudadanía más culta y más cohesionada. Es un compromiso de que concebir todas las políticas y actuaciones municipales, -urbanismo, deporte, medio ambiente, cultura, economía, transportes, salud-, desde este componente educativo destinado a nuestra jóvenes generaciones. «SE NECESITA A TODO UN PUEBLO PARA EDUCAR A UN NIÑO O UNA NIÑA» (proverbio africano)

Ceder y facilitar el uso de espacios próximos para el desarrollo de la vida barrial, comunitaria y asociativa.

UN MUNICIPIO SOSTENIBLE

 El Plan General de Ordenación Urbana irá más allá de la mera ordenación urbana, planteando unos fuertes condicionamientos ambientales. El objetivo del PGOU será el de profundizar en el diseño de un municipio implicado con su entorno natural y el de ajustarlo a las necesidades de la población.

  El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) convertirá el desarrollo sostenible en una obligación legal para los agentes urbanísticos, ya que su normativa incluirá medidas efectivas para controlar las emisiones contaminantes de calefacciones, industrias y vehículos, para racionalizar el consumo de agua o para la implantación de energías alternativas y renovables.

  El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo plasmará realmente los objetivos de la Agenda 21, procedentes de la Cumbre de Río y recogidos en la Carta de Älborg para unas ciudades ecológicamente sostenibles para mejorar la calidad de la vida en ciudades y pueblos y reducir su impacto en el medio ambiente global.

MOVILIDAD Y TRANSPORTES

 Elaboración (con la participación de los agentes sociales) y puesta en práctica de un Plan de Movilidad Sostenible que orienten las políticas de transporte y las infraestructuras urbanas del municipio hacia un modelo de transporte urbano menos contaminante y menos perjudicial para la salud (ecomovilidad). Dando facilidades a los medios de transporte más sostenibles: marcha a pie, en bicicleta, y los medios de transporte colectivos.
Rehabilitación o construcción de viales para uso peatonal que garantice la comunicación entre todas las pedanías del municipio.
Eliminación de barreras arquitectónicas que permitan la accesibilidad y la movilidad a colectivos desfavorecidos (ancianos y ancianas, personas enfermas, embarazadas…). Empezando por cambiar las aceras de algunas calles del municipio que son prácticamente intransitables.
 Reorganizar los servicios municipales y el modelo urbanístico de modo que se reduzcan las necesidades de movilidad motorizada. Mantener las nuevas urbanizaciones dentro de los cascos urbanos consolidados.
Diseño de una red de movilidad alternativa peatonal y ciclista que se extienda por todo el municipio y que conecte los barrios entre sí, de manera que sea útil y efectiva para que el derecho a utilizar bicicleta o ir andando se pueda ejercer plenamente. Carril bici ¡ya! en San Andrés del Rabanedo
 Potenciar el transporte colectivo, mejorando su gestión y servicio, y dándole prioridad sobre el transporte motorizado privado. Las nuevas urbanizaciones y polígonos industriales han de contar con planes de transporte colectivo.

VIVIENDAS DE PROMOCIÓN PÚBLICA

La vivienda es un derecho constitucional. Nuestra primera actuación en materia urbanística será la reserva de suelo para la construcción de viviendas sociales en propiedad y en alquiler, con financiación adecuada para personas con bajos ingresos.

Las alternativas que se deberían impulsar para cambiar esta situación no son que se liberalice más el suelo para así seguir especulando mas y acabar con espacios públicos. Por el contrario, es necesaria una política alternativa: construir viviendas de promoción publica.

Fomento del cooperativismo para la construcción de viviendas sociales

VIVIENDAS EN ALQUILER

Para conseguir el objetivo de «vivienda digna y de calidad para todos», el Plan General de Ordenación Urbana establecerá, para los nuevos Planes Urbanísticos, en todas las promociones de vivienda privadas, una reserva municipal de suelo no inferior al 25%, para incrementar el Patrimonio Municipal y con el objetivo de disponer de suelo para dotaciones de infraestructuras educativas, sanitarias, servicios sociales, construcción de viviendas sociales o en régimen de alquiler.
El nuevo plan general contemplará una promoción deviviendas públicas, municipales y cedidas en régimen de alquiler a precios asequibles para facilitar el acceso a la vivienda a jóvenes y a otros sectores que en la actualidad ven imposibilitado este derecho.