Presupuesto Participativo

Introducción
Principios políticos
Principios organizativos
La participación como satisfacción de una demanda
¿Qué son los Presupuestos Participativos?
¿Quiénes participan?
¿Cómo se participa?
Presupuestos Participativos en San Andrés
¿Cómo imaginamos el presupuesto participativo?
Apuntes adicionales
Introducción

La experiencia del presupuesto participativo (Orçamento participativo), surgió en Brasil a consecuencia de la victoria del Partido dos Trabalhadores en las elecciones municipales de la ciudad de Portoalegre en 1989. Desde entonces el fenómeno se ha ido extendiendo a otros municipios gobernados por el PT, e incluso en esta legislatura se está llevando a cabo a nivel de todo el Estado de Rio Grande do Sul. Sin embargo, el interés por esta propuesta no se circunscribe exclusivamente a las fronteras brasileñas, sino que se ha ido extendiendo (si no su puesta en práctica, sí su estudio) primero a las zonas argentinas más próximas, luego al resto de Latinoamérica, y poco a poco, ha acabado llegando a Europa.

En los últimos años, el interés por el estudio de las experiencias brasileñas, empieza a devenir en intentos de puesta en práctica, aún embrionarios, pero que parecen señalar un salto cualitativo en el modelo de gobierno de los municipios.

Las iniciativas existentes presentan diversas fórmulas, pero no obstante, cuentan con una serie de principios comunes, tanto políticos como organizativos.

 

Principios políticos

  • Se busca la creación de una esfera pública no estatal (no municipal en nuestro caso) de decisión: La distancia entre las instituciones y los ciudadanos se reduce al existir un marco de convergencia de ambos niveles.
  • Se redefinen los conceptos de ciudadanía y democracia: No es sólo un aumento cuantitativo de las posibilidades de participación política, sino que es un salto cualitativo, que rompe con la rigidez del principio representativo.
  • Se consigue una toma de conciencia de la ciudadanía (evolución política del sujeto): Los ciudadanos encuentran de pronto una mayor posibilidad de incidir en los asuntos colectivos. Se toma conciencia de la importancia de los problemas comunes.
  • Se refuerza el tejido social: por dos vías: tanto creando un espacio de decisión colectiva (que rompe radicalmente con la tendencia al individualismo), como apoyándose en las redes sociales ya existentes para afianzar su funcionamiento.
  • Hay un nuevo punto de partida para la legitimidad representativa: no se trata ya simplemente de que aquel que fue elegido por sufragio pueda actuar como le parezca oportuno en las instituciones (siguiendo más o menos el programa presentado), sino que la confianza otorgada se acompaña y se supedita a la voluntad popular manifestada de manera casi continua.

 

Principios organizativos (que no dejan de pertenecer a “lo político”)

  • Se conjugan participación y representación: Si bien la capacidad de decisión se circunscribe casi exclusivamente a la participación popular, se mantiene un cierto peso institucional en todo el proceso.
  • Las organizaciones vecinales preexistentes, juegan un papel fundamental en la implantación de la propuesta: Tanto para coordinar, como para orientar el trabajo en el sentido más correcto por su experiencia anterior.
  • Se basa en los principios de descentralización y sectorialización: Es, en primer lugar, un proceso de decisión que surge desde la base, desde las asambleas vecinales constituidas en base a un criterio territorial. A su vez, el trabajo parte en un principio de una delimitación de preferencias sectoriales (educación, infraestructuras, cultura…). De la coordinación entre un plano y otro acabará resultando un plan de inversiones concretas.
  • El punto de partida es el trabajo asambleario (con más o menos ayudas técnicas o de asesoramiento): Es decir, no se limita a reuniones consultivas con vecinos, con sus representantes, etc. El punto de partida, son, como hemos dicho, las asambleas vecinales que elevan sus propuestas decididas de manera absolutamente autónoma.
  • Son los propios ciudadanos los que determinan cómo debe ser el proceso: El Reglamento es revisado anualmente en las primeras reuniones, para ir superando las deficiencias con las que se encuentran en la práctica.
  • Tienen esencial importancia los principios de programación y control: Los ciudadanos marcan en primer lugar sus preferencias, que acaban plasmándose en un programa presupuestario completo y se realiza una labor de seguimiento de la ejecución de dicho presupuesto.
  • Hay un doble proceso: de lo general a lo concreto y de lo concreto a lo general: Se determinan cuáles son las principales inquietudes (infraestructuras, educación…), para luego definir qué inversiones concretas se quieren en la zona. Posteriormente se pasa ya a marcar las prioridades entre las inversiones propuestas en todas las zonas, y las grandes inversiones a nivel general.
  • Son necesarias fórmulas de dinamización social: Hay que tener en cuenta que se parte de un trabajo entre muchas personas no habituadas a la toma de decisiones colectivas, y mucho menos a la elaboración propositiva en asambleas.

 

La participación como satisfacción de una demanda. ¿Existe esa demanda?¿Es necesario que exista?

Parece que, en principio, la ampliación de los cauces de participación en las decisiones políticas municipales deberían responder a una exigencia previa de la ciudadanía a los poderes públicos. Sin embargo, parece que hoy estamos bastante lejos de poder hablar de una fuerte demanda social en este sentido. La participación ciudadana parece hoy limitada a los colectivos organizados en el municipio, y estos parecen limitar dicha participación a los asuntos de su más directa incumbencia.

El deseo de participación en la toma de decisiones sobre determinadas inversiones municipales se suele limitar a conflictos puntuales (la construcción de tal o cual equipamiento en mi barrio sin que me consulten dónde, ni cuándo, ni cómo…) en los que, además, la fórmula del presupuesto participativo sería poco útil.

Sin embargo la participación supone una ampliación para las posibilidades del ciudadano de intervenir en al vida pública. Al tiempo, se consigue que las decisiones del Ayuntamiento respondan realmente a los deseos de los ciudadanos, lo que genera por tanto, un mayor bienestar para el municipio.

Además, el modelo de presupuesto participativo se convierte con su aplicación en una escuela de ciudadanía; consigue un mayor conocimiento de las cuestiones municipales y por tanto, una mayor capacidad de intervención crítica.

 

Resumiendo…
1. ¿Qué son los Presupuestos Participativos?

  • Los Presupuestos Participativos es un programa orientado a acercar la Administración Local a la ciudadanía, orientar la política hacia lo público y tratar de hacer al ciudadano y ciudadana más consciente del municipio que habita.
  • No es la representación, sino la participación directa el núcleo y la forma de los Presupuestos Participativos, esto es, ciudadanía con capacidad y derechos para pensar, proponer, decidir y actuar.
  • El principio de los Presupuestos Participativos será la democracia participativa, elemento central y pivotante del proceso que se abre; también será un proceso abierto, que se nutre de su propio desarrollo, de este modo se entiende que la participación no está cerrada a nadie, se trata de un proceso que pretende revitalizar la participación ciudadana desde y con la propia ciudadanía.

2. ¿Quién participa?

  • Los presupuestos participativos están abiertos a cualquier ciudadano/a sin discriminación alguna por razón ideológica, de raza, sexo…etc.
  • Sólo hay que ser vecino o vecina del municipio. Dentro de cada barrio se podrá asistir a las asambleas que se organizan con el fin de proponer y votar lo que te gustaría hacer en el barrio, en el distrito, junto al resto de los vecinos y vecinas que asistan

3. ¿Cómo se participa?

Participar en la elaboración de estos Presupuestos es muy fácil. Se hará por medio de ASAMBLEAS CIUDADANAS, en las que todas y todos podremos debatir y seleccionar las cosas que queremos que se hagan en nuestro barrio y distrito, en relación a la parte del presupuesto municipal que se esté incluyendo durante ese año.

 

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS EN SAN ANDRÉS DEL RABANEDO

La idea resulta lo suficientemente atractiva, como para que un cierto número de colectivos sociales pongamos nuestro empeño en tratar de ponerla en práctica, aunque sea en las condiciones precarias que nuestras también precarias fuerzas nos permitan.

A la par que iniciemos un trabajo en lo propositivo (tratar de ir haciendo asambleas o reuniones en las que los vecinos lancen sus propuestas) hemos de ir avanzando, pues es esencial, en lo informativo. Ir acercando los presupuestos a los ciudadanos, y todo lo que es necesario saber para poder participar en ellos: su estructura, su volumen aproximado, las competencias municipales…

Por ello resulta muy atractiva la idea de trabajar con el apoyo de algún programa informático que pueda, por ejemplo desde los centros cívicos, ser consultado por los ciudadanos, para ir conociendo la evolución de gastos e ingresos… Esto es una propuesta sin concretar técnicamente, pero en principio no demasiado complicada.

Y ¿cómo ir avanzando en esta dirección? Resulta evidente que, para empezar, sumando esfuerzos. Esta propuesta no tiene sentido si no logramos generar un amplio interés entre los sectores sociales más organizados. Por su propia naturaleza debe ser una propuesta ciudadana.

El movimiento vecinal, principalmente, debe jugar un papel primordial en esta propuesta, que, además, podría ser un buen banderín de enganche para recuperar una actividad tristemente reducida y mejorar una imagen últimamente dañada.

Pero, en suma, todos aquellos que, independientemente de nuestra adscripción a tal o cual organización, queremos otras maneras de gobernar el municipio y de decidir sobre lo que nos afecta, debemos trabajar por ponerla en marcha.

Un mínimo plan de trabajo sería el siguiente:

  • Reorientar desde este año el trabajo tradicional de presentación de presupuestos y nuestras alternativas en los barrios. Se trataría de presentar este documento (y/u otros) con las ideas básicas del Presupuesto Participativo a las Asociaciones de Vecinos y, en algunos casos, hacer el mismo trabajo pero con el conjunto de la población (encuestas, presentación gráfica con algún programa informático atractivo, …). Este proceso se limitaría a los asuntos municipales, principalmente inversiones, relacionadas con el ámbito territorial o temático concreto.
  • Hacer, a finales de mayo, una presentación especial para las Asociaciones de Vecinos y Vecinas que incluya la posibilidad de trabajar con las grandes inversiones del municipio y con algunas otras partidas presupuestarias de gasto. Esta misma experiencia se puede realizar con colectivos organizados (Ecologistas en Acción, Asociaciones de Mujeres, Asociaciones de Jóvenes, Sindicatos) y sin organizar (trabajadores de Acción Social del Ayuntamiento, colectivos de Educación de Adultos, alumnado y profesorado de la UNED). Para este segundo caso habría que contar con medios informáticos mínimos.
  • Reivindicar elementos que faciliten el conocimiento y la participación de los ciudadanos en el trabajo presupuestario: solicitar al Ayuntamiento que presente con despliegue de medios las grandes líneas de los presupuestos y el detalle de las inversiones, la liquidación del presupuesto anterior y las grandes modificaciones presupuestarias –todo ello con llamadas a la participación de los vecinos que podrían dar su opinión como “Sugerencia Presupuestaria”-, colocar terminales informáticas donde se informe de la evolución –a lo largo del año- del gasto y del estado de los proyectos de inversión…

Detallar mucho más el trabajo no tiene mucho sentido hasta que no veamos la acogida de la idea, y las fuerzas con las que contamos.

 

¿Cómo imaginamos el presupuesto participativo?

La existencia de experiencias anteriores nos facilita el trabajo, ya que podemos utilizar sus aciertos y aprender de sus errores.

A grandes trazos, podríamos dibujar el siguiente esquema general:

  1. En los primeros meses (enero-febrero), se realizarían unas primeras Asambleas de Zona oPedanía. En principio parece lógico tomar como referencia la distribución habitual enpedanías y barrios del municipio, aunque algunos de los más pequeños podrían agruparse en esta primera fase. En esta fase se presentarían los presupuestos participativos y se informaría sobre el ejercicio anterior, así como se elegirían unos delegados por cada asamblea. Estos podrían contar con alguna especie de jornada de aprendizaje.
  2. En los siguientes meses (de marzo a mayo) se constituirían Consejos entre los delegados de la Zona, los colectivos o asociaciones que quisieran colaborar, y uno o varios técnicos municipales que actuarían como asesores e informadores. Estos consejos serían los encargados de realizar Asambleas de Barrio (una delimitación inferior a la Zona o distrito), para recoger en ellas las necesidades del vecindario, en relación a la parte de presupuesto que se les asignara para ese año.
  3. En una tercera fase (de junio a septiembre) se volverían a realizar Asambleas de Zona para informar de los resultados por barrios y la ordenación de las mismas por el Consejo, explicando los métodos seguidos, etc.
  4. En esta misma fase, se elegirían delegados para la constitución de un Consejo de Coordinación del Presupuesto. Este, a partir de la ordenación de obras de cada Zona, consensuará una propuesta de obras para todo el municipio, contando con asesoramiento técnico del gobierno municipal.

 

Apuntes adicionales:

  • Se podría constituir también un Consejo Asesor de Apoyo, que pudiera ir resolviendo cuestiones de procedimiento, así como aclarar dudas, y en general velar por el buen desarrollo del proceso. Contaría con representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos, técnicos municipales, algún representante del Ayuntamiento…
  • Habría que dividir el presupuesto entre inversiones en barrios y grandes inversiones (que puedan afectar al municipio en conjunto), separando el debate sobre prioridades en ambas.
  • El reglamento de funcionamiento sería revisado cada año por los propios vecinos.
  • Sería el Consejo de Zona el que hiciera la propuesta de criterios a terne en cuenta, que serán ordenados por importancia en las Asambleas. Las Asambleas podrían añadir o quitar criterios.
  • Posteriormente a las Asambleas de Barrio, el Consejo de Zona haría una propuesta de priorización para ser refrendada en la Asamblea de Zona.