“Aunque en el pleno ordinario celebrado en abril de 2022 se nos presentó un dato de población de 30.518 habitantes a 1 de enero de 2022, la realidad es que el INE ha publicado que a esa misma fecha el padrón era de 29.888. Es el peor dato poblacional desde 2007, y la primera vez que, desde entonces, bajamos de los 30.000 habitantes”, explica la Concejala de Izquierda Unida, Laura Fernández.

Desde la agrupación local de IU consideran que este alarmante descenso en el padrón se debe en gran medida a la situación económica tanto del municipio debido a la elevada deuda, como de los habitantes, por tener que hacer frente a algunos de los impuestos y tasas más elevadas. “Por ejemplo, tenemos uno de los IBIs más elevados de la provincia, que resulta más acuciante que en municipios más pequeños al afectar a un gran número de particulares y pequeñas y medianas empresas; y también sufrimos las consecuencias de la privatización del agua, cuyas tasas no dejan de subir. Sumado a la falta de servicios básicos para la ciudadanía como limpieza, cuidado de zonas verdes, de áreas infantiles, etc. Todo ello provoca que la gente opte por otras alternativas para llevar a cabo su proyecto vital y se vayan del municipio.”

Además, se pregunta la formación política a qué se debe esa discrepancia entre los datos facilitados por la Unidad de Estadística Municipal y el Instituto Nacional de Estadística, que para una misma fecha, presentan una diferencia de 630 habitantes. “En esta legislatura la población ha descendido en cerca de 1.000 personas. Si extrapolamos los datos facilitados en el pleno del año pasado, podemos evidenciar que al número de fallecimientos y la falta de nacimientos que se encuadran en unos valores dentro de lo normal, más del 90% de los habitantes del municipio son baja en el padrón por cambio de residencia a otro municipio. Algo que no es de extrañar, viendo el continuo crecimiento de localidades como Garrafe de Torío, Sariegos, Valverde de la Virgen o Valdefresno, que también ofrecen una alternativa habitacional cercana a la capital y a un gran número de servicios, pero que además deben suponer algún otro beneficio a su ciudadanía para facilitar su calidad de vida”, analiza la Concejala de IU, Laura Fernández.

“Es evidente que como municipio necesitamos políticas que faciliten la vida de las personas y respondan a sus necesidades proporcionalmente a los impuestos que pagan. Ahora nos encontramos con un superávit de 14 millones de euros, pero eso no corresponde a una buena gestión, si no a que no se ha invertido todo lo que se debería en las políticas que desde la corporación habíamos aprobado. Las vecinas y vecinos de San Andrés estamos cansados de denunciar continuamente la falta de mantenimiento y limpieza de nuestras zonas comunes, la falta de facilidades para comunicarse con la administración y llevar a cabo trámites simples, la falta de alternativas culturales y el poco valor que se les da a nuestros edificios, algunos en desuso como Arau, la falta de apoyo a la infancia y a las familias con bajos recursos, la falta de comunicaciones, y en algunos lugares, incluso telecomunicaciones,… Este equipo de gobierno no se puede jactar de tener un superávit de 14 millones, porque el objetivo de la gestión municipal es ejecutar la totalidad de los recursos públicos durante el ejercicio económico. Esa práctica de arrastrar las inversiones y ahora hacer promesas de mejoras en infraestructuras es electoralista. Explíquenle ustedes a las familias que el dinero para las ayudas al material escolar se va a destinar a pagar la deuda municipal”, finaliza la Concejala de IU.

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