¿Y esto no es un robo? Artículo de la Concejala Eloina Terrón en el Diario de León

Eloina Terrón. Concejala IU San Andrés del Rabanedo

Cómo llamarlo cuando recortan nuestros derechos de sanidad, de asistencia y de productos farmacéuticos. Según ellos, además de lo que pagamos vía impuestos, que se va para el saco sin fondo de la deuda, hay que repagar, vía tasas, los productos farmacéuticos cuando Ud. esté enfermo.

Si gana menos de 18.000 euros tendrá que pagar 8 euros. Y si sus ingresos son mayores, hasta 18 euros. Tomarán como base su declaración del 2010. Piense Ud. si estos no habrán cambiado con los vaivenes que da la vida laboral que tenemos últimamente. Tendrá Ud. que guardar todos los tickets de la farmacia si ha tenido que pagar más de 8 euros o 18 euros, que al precio que tienen los medicamentos y al precio que se pueden poner, será lo más habitual. Tendrá Ud. que esperar que de buena voluntad se lo devuelvan, y si en un plazo de más de tres meses no le han devuelto lo que pagó a mayores tendrá Ud. que escribir una carta reclamándolo.

Son unos sinvergüenzas. Obligan a la gente enferma, mayor, dependiente y desesperada a volver a pagar por lo que pagaron con sus impuestos, a adelantar su propio dinero cada vez más menguado y escaso con los recortes, a acumular las facturas, a calcular y sumar y luego reclamar por escrito. Es una estrategia indignante hacer caja y recaudar con la enfermedad. No es fácil adivinar cuántos vamos a dejar de reclamar cuando cada mes paguemos de más 1, 2 ó 5 euros, que unidos con los de los demás ciudadanos y ciudadanas hacen un buen pellizco. Mes tras mes haciendo cuentas, haciendo números para reclamar cuando estemos adelantando nuestro dinero.

Lo dicho, son unos sinvergüenzas. Este es el adjetivo más suave que se me ocurre. Están haciendo el trabajo sucio de hacer caja con las personas enfermas, de aprovecharse de los más débiles y vulnerables, que ante el riesgo de su propia salud se sienten impotentes.

Y esto lo hacen privatizando. Privatizando porque vamos a tener que repagar muchas medicinas que antes pagábamos de forma solidaria a través de los impuestos. Todos y todas, en función de nuestros ingresos, colaborábamos para que los miembros de nuestra comunidad que estuvieran enfermos fuesen atendidos y tuvieran las medicinas que necesitaban. Porque en eso se basaba nuestra consideración de comunidad y sociedad, el cuidado de unas personas por las otras. Creamos, construimos servicios comunes comunitarios, porque somos conscientes de que juntos y juntas podemos enfrentar y ayudarnos más. Pero ustedes, señores del Gobierno popular, que más parece que estén al servicio de los bancos y las entidades financieras, con intereses en los seguros privados, están rompiendo todo lo que construimos de solidaridad.

Los sistemas públicos sanidad, pensiones, educación, estaban basados en estos principios de solidaridad y construcción compartida. Se cotizaba entre todos y todas, de forma común, cada uno según sus ingresos, para que se recibiera de forma solidaria. Hoy por ti, mañana por mí.

Y lo más pernicioso es que estas políticas están estudiadas para sacar nuestros peores instintos egoístas y perder nuestros sentimientos humanitarios. Esta es la ideología del capitalismo. No es el libre mercado, es que sólo pensemos en nosotros y nosotras mismas.

La asistencia sanitaria de las personas inmigrantes, que han perdido su trabajo o no han podido renovar sus papeles, la reducen a ir a Urgencias. Lo cual saturará este servicio. Si se reduce personal sanitario en los hospitales, lógicamente también en urgencias, lo que conseguirá es que haya hacinamiento en los servicios de urgencias, y que Ud. y su familia, que sufren con su enfermedad y quieren ser atendidos cuanto antes, busquen una opción privada. Es así como diseñan el sistema. Y Ud. se endeudará, pidiendo créditos o ayudas familiares para pagar la atención privada. Porque saben que pediremos lo que sea, nos endeudaremos lo que haga falta, porque ante la salud y la enfermedad de nuestros hijos e hijas, de nuestros seres queridos, nos rendimos.

Pero lo más indignante es que mientras nos aplican estos recortes, nos hacen repagar los medicamentos, la sanidad, la educación, los títulos de Bankia se han disparado un 44% ante la inminente inyección de capital con el dinero de nuestros impuestos, de los impuestos de toda la ciudadanía europea. Nuestros impuestos, 100.000 millones, sirven para rescatar a los bancos, a los causantes de esta crisis y los primeros 30.000 millones van para Bankia. Los especuladores están comprando acciones, esperando esos créditos para pagar las deudas que han creado los que buscaban enriquecerse. Ese rescate, con nuestros impuestos, supone un nuevo negocio para las grandes aseguradoras, la mayoría bancos, que exigen —repito, utilizando nuestros impuestos— que a cambio del rescate se privatice la sanidad, la educación, los servicios sociales, la atención cuando somos mas vulnerables, el despido y la bajada de salarios, etc., etc. Sólo puedo sentir y decir: ¡¡malditos especuladores!! y ¡¡sinvergüenzas!!.

Esta es la sociedad que quieren crear, la sociedad de la privatización, del egoísmo, de matar nuestros sentimientos solidarios y humanistas, del Ud. preocúpese de sí mismo.

Pero nosotros y nosotras sabemos que hay otras alternativas, que hay otras formas de resolver las sociedades, de vivir y convivir. Alternativas que están ahí, que están funcionando, que son un modelo para todos y todas. Por eso las quieren deslegitimar y acabar con ellas, para que no sirva de referente y modelo. Otra sociedad es posible si la construimos pensando en el bien común y basándonos en otros valores.

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